Mi familia y yo nos encontramos cumpliendo el sueño de dar la vuelta al mundo en autocaravana. Estamos visitando otros países, conociendo otras culturas y viviendo nuevas experiencias en familia. La gente piensa que es más complicado de lo que realmente es. Creo que todos queremos hacer desde pequeños este tipo de aventuras pero no estamos acostumbrados a salir de lo cotidiano.
Ya con menos de un año, la curiosidad por conocer, ver, probar y tocar cosas nuevas nos invade, en ese momento, lo que queremos es explorar nuestro entorno y aprender al mismo tiempo que vivimos experiencias que se transforman en aprendizaje y recuerdos.
Más adelante, entre los tres y los 7 años, vivimos también una etapa de curiosidad intensa, algunos más que a otros claro, y bombardeamos a nuestros padres con preguntas sobre lo desconocido.
Es después de la adolescencia, en edad universitaria y cuando comenzamos nuestra vida profesional cuando apagamos esta curiosidad tan valiosa, ese espíritu explorador que desde tan pequeños hemos tenido y que hemos apartado como si se tratase de ascuas de un fuego que debemos avivar y darle fuerza.
Esta vida tiene muchos secretos, lugares preciosos y experiencias esperando que sean exploradas por ti. Está en tu mano el descubrirlas y compartirlas o seguir con tu vida y no conocerlas jamás.
Explorar es más sencillo de lo que parece, está más cerca de lo que creemos. Delante de nuestras narices pasan continuamente oportunidades para explorar y salirse de lo cotidiano para revivir ese entusiasmo que nos invadía de pequeños y centraba toda nuestra atención.
Con Exploramás recuperé ese espíritu explorador y mi llama ahora arde más que nunca. Te invito a conocerles a través de su web www.exploramas.com
Abre los ojos, a veces somos nosotros mismos los que le damos miopía a unos ojos que no nos dejan ver las maravillas que nos rodean.
Fernando Fernández Ariza
