Hacía mucho que no “respiraba” un ambiente de compañerismo y profesionalidad tan evidente, en el que las horas de trabajo sólo pasan para el reloj.
A veces no me es posible participar en todos los eventos que surgen a lo largo de las semanas y miro con cierta añoranza a aquellos Exploradores que aún pueden dedicarle el 100% de sus energías y tiempo a lo que más les gusta pero aún así mi “espíritu aventurero” se conforma sin objeciones con formar parte de esos poquitos eventos en los que sí puedo participar.
Todo el equipo aporta al grupo (a la familia) confianza plena en la labor que desempeña, entrega total al trabajo encomendado y vinculación sincera al alma de Exploramás.
Y el sábado pasado celebramos el Día del Explorador en Benahavis: un encuentro ameno entre compañeros y amigos, esos que siempre estarán allí, al final de la cuerda para asegurase de que no caigas al vacío.
Siempre con una sonrisa.
