En la última entrada os comentaba la facilidad de Matías para hacer nuevos amigos, y las dos últimas de nuestro miembro más reciente de Exploramás Extreme tienen como nexo común precisamente a Dosa, su compañero de viaje Israelí.
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A Matías le ha sorprendido la pericia de Dosa para aclimatarse a la intemperie y cómo sus propios intentos de dominar la situación parecen erráticos e improvisados en comparación, aunque lo que más impresión le ha causado es descubrir la condición de corazón de Dosa: a pesar de la barrera idiomática ha demostrado con creces su valía como amigo, tanto es así que nuestro pobre Matías incluso se plantea sus propias motivaciones a la hora de mantener o no sus amistades.
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A Matías le ha sorprendido la pericia de Dosa para aclimatarse a la intemperie y cómo sus propios intentos de dominar la situación parecen erráticos e improvisados en comparación, aunque lo que más impresión le ha causado es descubrir la condición de corazón de Dosa: a pesar de la barrera idiomática ha demostrado con creces su valía como amigo, tanto es así que nuestro pobre Matías incluso se plantea sus propias motivaciones a la hora de mantener o no sus amistades.
Pero la pierna de Matías parece negarse a continuar el viaje... cuando sientes que lastras a tu compañero o que tu ritmo no se adecua lo suficiente a las exigencias autoimpuestas es hora de mirar atrás y recordar las motivaciones del viaje.
Es hora de decirle a Dosa un escueto "adiós" con la esperanza del reencuentro, liberándole de la carga, es hora de decir adiós también al dolor de la pierna asegurándose de la sanación, adiós también a la frustración y al sentirse sobrepasado por las circunstancias.
Es hora de volver a disfrutar del viaje.
Es hora de volver a disfrutar del viaje.